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¿considera justa mi situación?

A LA JUSTICIA DE CÓRDOBA - ARGENTINA:

Soy Corsi N.S. tal vez Ud. no me conoce, soy una víctima anónima de la “ injusticia de la justicia” en mi país; cumplí mi segunda Semana Santa en la cárcel, así lo quieren mis carceleros, sin defensa. La justicia burócrata, llena de subterfugios, con prejuicios y hasta ensañamiento, al grado de miserable, puede hundir a personas inocentes por los crímenes que se les acusa o inventa, y aunque que se aclaren las cosas el daño ya fue cometido en traumas y desarreglos psíquicos muy difíciles de curar.

Soy un investigador naturista. Soy honesto intelectualmente. Creo lo que pienso.

Por eso estoy preso, por ejercer el derecho humano de libre expresión. Soy un preso de conciencia. No soy un delincuente. Desconozco el delito que me imputan.

Desarrollé un programa nutricional preventivo y de efectos muy positivos en personas que sufren cáncer.

Cualquier droga farmacológica tiene un índice terapéutico pequeño, es decir, cuando lo superamos podemos llegar con facilidad al índice letal; en cambio las vitaminas, aminoácidos, oligoelementos, ácidos grasos, enzimas etc. tienen un índice terapéutico hasta miles de veces superior a la dosis terapéutica, lo que significa que son compuestos sumamente inocuos. En muchos casos ni siquiera se conoce la dosis letal media.

El punto fuerte, es que los nutrientes funcionan cooperativamente e intervienen en varios procesos del organismo, por eso cuando nos suplementamos recibimos beneficios en varias áreas.

Las cantidades y combinaciones adecuadas de nutrientes pueden tener una acción anticancerígena o bioreparadora, porque “la cruzada” es “despertar” a la “gran inteligencia de nuestra máquina biológica”.
En mi estadía en Rusia desarrollé y patenté – y la dejé libre para quien la quiera usar - un suplemento de importancia favorecedora de estos procesos.

Este producto lo titulé CNS, ya en Argentina gasté bastante dinero en proyectos, desarrollos de marketing y protocolos ante autoridades sanitarias, pues el producto se ajusta perfectamente al código alimentario nacional.

Entonces se presenta “el Sr. Periodista” normalmente gran usuario de la justicia, casi siempre con fines de lucro, y en consonancia con los miembros.

Me denuncia, me difama, me acusa como si fuera un terrorista, y me sentencia.


La causa se titula “Corsi, Nestor Santiago y otros p.ss.aa. ejercicio ilegal de la medicina y estafa”. Los “otros” son pobre gente inocente como yo con los que alguna vez me relacioné por trabajo, y particularmente “otro” es un joven preso en esta cárcel, con el que ni siquiera jamás me relacioné, fue traído al boleo.

De la falsedad del ejercicio ilegal de la medicina da cuenta mi página web, donde una decena de veces aconsejo consultar y cont**larse con el médico, jamás abandonar un tratamiento. No soy médico, jamás insinué serlo, es una profesión que honro.

En cuanto a estafa, han acudido tres casos anoticiados por las noticias falaces de los medios, ninguno de los tres han podido demostrar daño ni estafa, porque no la hubo.

Han concluido las pericias médicas. No hay daño. Los suplementos dietarios son inocuos.

Ha concluido la pericia contable. Nadie se ha dañado económicamente.

Estoy sin defensa, solo y sin abogado. Me han dicho que la causa acumula 20 cuerpos de papel, los que yo no puedo cont**lar; que está plagada de pruebas ilegales; cunde la impunidad de los mentirosos.

La verdad absoluta es este extracto en una hoja.